Poemario: Conexiones Mágneticas

Te fuiste un día cualquiera
por el camino donde las ramas de mis manos
no sabían cuando volverías.
Fue lunes o fue martes,
los días quedaron sin nombre,
las mañanas despertaron sin sol.
   
      Ya  no hay luna nocturna,
      ni estrella sonriente,
      tu ausencia ha transformado el presente
      en una noche eterna.

Pregonan mis canciones
recuerdos de las tardes a tu lado,
mi trémula voz ya no quiere cantar
porque siente que ya nunca volverás.
Estás ausente de mis versos
que ahora reclaman tu presencia,
para seguir emitiendo sus ondas crepusculares
sobre el negro de tus cabellos helicoidales.

Quisiste dejar silencio,
y caminaste hacia el paradero de la distancia
sin decirme adiós.
Yo sé que fue de noche
cuando tus manos buscaron un pretexto
para irse sin rozar las mías.
¿Dónde estaría yo
al sonar el timbre de la separación?
dormí tranquilo, ingenuo y herido,
mientras tu mirabas por la ventanilla de la separación
la oscuridad de un camino
por donde al regresar brillaría de nuevo el sol.

He dejado de cantar,
y en esta soledad de hielo compacto
mis manos frías buscan tu calor.
La primavera ha llamado a las flores,
rosas y mariposas.
Donde estás mi voz no se oye,
y sin embargo,
también han nacido las rosas.

Duerme y sueña otra vez,
como soñabas ayer antes de irte.
Olvida que un día te fuiste
y vuela hacía mí para besarte.
No despiertes,
sigue dormida y dame tu mano,
abre tus ojos y dame tu amor.