Poemario: Conexiones Mágneticas

Jamás como hoy me he puesto a pensar en ti,
y es que eres la luz exótica que ilumina mi noche,
la estrella nocturna que acompaña mi sueño.

En tu sonrisa, en tu mirada que me esquiva,
la melancolía es un ave sin nido que pasa.
Cuando dibujas en tus labios esa sonrisa tierna,
se quedan quietos mis pasos, se acelera mi corazón,
duermen débiles mis ilusiones, y al despertarme:
¡Eres la dueña de mi anhelo!

Si supieras que eres el alma de mi sueño,
las notas tristes de mi canción escondida
caerían jocundas en el magnetismo de tu cuerpo.
Si supieras que tu voz es melodía celestial,
que soy un soñador cada vez que te miro.

Si supieras que eres la flor de mi vida,
que eres ese latido profundo que embelesa,
que eres la Diosa que encanta y cautiva.
Si supieras que, al dibujarte, los colores,
el sol, el paisaje y las montañas son suspiros.

Intentarías esconderte y no mirarme. lo sé,
huirías como una gaviota espantada,
quizás hasta el código de mi palabra golpearías.
Suposiciones tontas, cuando no estás.
Vuelvo a pensar, tocas la puerta y al mirarte:
¡Eres la dueña de mi corazón!

Cansado de ser poeta de oscuridad y de silencio,
mis versos brotan como relámpagos de confeti
inspirados en tu hermosura juvenil, en tu luz.
Porque eres la musa del Olimpo divino
en donde los poemas se escriben y el amor se da.

A volar salen mis anhelos, para decirte
que me hastíe de imaginar tus besos,
de amarte a escondidas como un niño tímido.
¡Amor! hoy el telón del cielo ha caído sobre mí,
hoy en las nubes hemos navegado, hoy al soñarte:
¡Eres la dueña de mi verso!

Jamás como hoy me he puesto a pensar en ti,
En tu sonrisa, en tu mirada que me esquiva.
Si supieras que eres el alma de mi sueño,
Si supieras que eres la flor de mi vida,
Intentarías esconderte y no mirarme. Lo sé.
Cansado de ser poeta de oscuridad y de silencio
A volar salen mis anhelos, para decirte:
¡Eres la dueña de mi amor!