Poemario: Conexiones Mágneticas

Soy el grito callado de una voz escondida,
y tú eres el motivo divino de mi poesía.
Quisiera perderme en un laberinto de trenzas,
enredarme en un hilo de vino tinto,
llegar a ti como una ráfaga candente,
Como un suspiro que sólo quiere quererte.

 

Soy el grito indemne de una batalla fantasma,
y tú eres la paz absoluta de una caricia.
Quisiera sentir la claridad de tus ojos de ninfa,
expresados en un rayo de sol, en un trago de sueño.
Fuiste flor desconocida y hoy eres mi anhelo,
La única ilusión de este corazón herido.

 

Soy el viento frío de un día de junio,
y tú eres el calor más intenso de mi vida.
Quisiera colgarme en una pestaña del sol,
envolverme en un cuerpo de agua,
llegar a la ribera de tu sonrisa seductora,
Anclar en tu puerto y encender mi luz para verte.

 

Soy la sombra de un árbol reseco,
y tú eres el reflejo de un fruto lozano.
Quisiera caerme en un abismo de queso,
levantar un palacio con adobes de vainilla,
dibujar tu mirada en un cisne de seda,
Unir melodías en tu voz y cantarte mi amor.

 

Soy el tiempo perdido de una historia fingida,
y tú eres la princesa real de mi mañana.
Quisiera construir un templo de melocotón,
embriagarme con la luz de la luna.
Quisiera acariciar tus negros cabellos, y
Dormir meciéndome al compás de tus manos.

 

Soy el poeta que sueña en tus brazos,
y tú eres la rosa que levo en el alma.
Quisiera volar en una telaraña de alas,
tejerte una alfombra con burbujas de miel.
Al volverte a ver quisiera quedarme contigo,
Inventar una pluma y darte mi abrigo.

 

Soy el hombre que escribe lo que siente,
y tú eres la mujer que me hace sentir.
Quisiera cortar un retazo de estrella salada,
endulzarla en tu boca rosada,
transitar por la vía del amor verdadero, y
Amarte desde hoy, sin descanso hasta el fin.