Poemario Huellas y Reflejos

Amanece en el pueblo, la alborada despierta y la ilusión comienza a florecer nuevamente lo lejos el sol resplandece lentamente.
En el jardín una rosa florece, cae un pétalo y en el suelo se deshace. Pasa, pasa aquella vieja de la esquina con un bordón en la mano.

-¡Hola!

-¡Hola! princesa ,soledad, tristeza. No vayas a botar el pan, porque el perro se lo puede comer. –risas-.

      -¡Pobre mi amor! debe estar molesta por falsedades.
¡Como quisiera consolarla! con una sonrisa hacerla feliz, con un beso borrar su tristeza y decirle que sólo con su cariño me siento amado.

II

Ha pasado el tiempo. El reloj marca las ocho de la mañana. La gente pasa apresurada y en mi ventana espectadora una mariposa se posa.

-¡Hey! ven a desayunar.

-Gracias, pero no tengo ganas.

-Ya son las nueve.

-Más tarde desayunaré.

 Sin darse cuenta el mediodía ha pasado. Hay el sol en el horizonte. Y tú ¿Dónde estás?
Reflexiones y más reflexiones de un muchacho enamorado. Se había pasado horas y horas pensando en ella. Parado en una esquina mirando pasar el aire.

Se rompe una hoja de un libro…frases y más frases…tristeza, remolinos de soledad.
Y allí en su ventana, recordándola sin saber si ella piensa en él, sin poder encontrar respuestas en el silencio.

-¡Muchacho! vístete. ¿No vas a ir al colegio?

-No, hoy sepultan a todos.

-¿Qué dices?  

-¿No escuchas acaso?

Hay viento lento, soledad perpetua, pero jamás esperanza perdida.
¡Pobre de él! sigue allí esperándola. Y ella, ¿Dónde estará?

 

Es de noche. Penumbra invade los sinsabores y oscuridad cubre el extraño final de un deseo que se vuelve ilusión eterna.

-¿No tienes hambre?

-¡Maldición!

-Pero, no has comido nada.

-Y qué importa eso.

III

El gallo canta. Va amanecer. Él sigue esperando lo que jamás vendrá.

-¡Caramba! ¿No tienes sueño?
-No.
-¿Piensas quedarte allí para siempre?
-Sí.

Han pasado tres días. Loco de misterio se ha dormido. Alguien pasa y quiere despertarlo.
¡Imposible!  ¡Imposible! ha cerrado sus ojos negros para siempre. Muerto se ha quedado con su tristeza, con su esperanza y su amor.

-¿Y ella?
-¿Con quién andará?

Ennegrecido, oscuro el horizonte. Azul el sol, roja la luna, muerta la ilusión. Ya nada importa.
-¡Pobre muchacho¡   ¡Está muerto!

Yo, un simple espectador nada puedo hacer…..así es la vida.