Poesías Recientes

Ser guía, mirar el tiempo y soñar.
Sonreír en el paraíso del Sol de los Incas,
sentir la irreverencia del pasado que nos toca.

Ser guía, hablar de la riqueza del Perú.
Callar cuando nuestros bolsillos no tienen sonido,
Cuando en el vaivén de las horas 
el barro de Chan Chan nos dice: ¡Hola!

 

Ser guía, caminar con nuevos visitantes.
Volver al horizonte que se acostumbró a nuestros pasos,
volver como si fuera la primera vez.
Como si empezáramos a descubrir, hoy,
la verdadera historia de nuestros ancestros.

 

Ser guía: es fácil, es simple, es rentable.
Eso dicen los que solo miran de arriba hacia abajo,
los que no pueden ver la luz de nuestro trabajo,
los que yerran, creyendo que lo saben todo.

 

Ser guía, ir varios pasos adelante.
Buscar, explorar, interpretar y amar.
Encontrar en cada dificultad una esperanza,
una nueva ilusión que oxigena nuestra vocación.

 

Ser guía, tener alma de poeta.
Hablar con la luna en una noche de Julio.
Saber que al nacer la mañana
una nueva historia empezará.
Nuestros bolsillos volverán a sonar,
nuestro trabajo será reconocido con justicia.
Y entonces al volver a ver el horizonte,
un destello matinal escribirá en la arena:
Sigo siendo guía.